Es líquida la voz
del tiempo. Anega los recodos
del presente mutilado en aras
de la palabra idónea,
de la sacra adenda omnímoda.
Ahoga las voces del náufrago,
morador de la verdad
infértil y de la sal
en la muerte.
del tiempo. Anega los recodos
del presente mutilado en aras
de la palabra idónea,
de la sacra adenda omnímoda.
Ahoga las voces del náufrago,
morador de la verdad
infértil y de la sal
en la muerte.
Es líquida
la sangre que rubrica
la espada con relatos
crónicos y la piel
con banderas de petróleo.
Desolador.
ResponderEliminarTu poema golpea contundente, desnuda y saca a la luz todo lo oculto,todo lo helado de la muerte.
Es como si hubieras cerrado los ojos y te hubieras puesto a "sentir" con tu mano sobre el papel, fluyendo y sacando ese espacio de sombra.
Me ha encantado.
Un abrazo grande!
Sí es desolador... cuando escribí esto ni tan siquiera había estallado el conflicto, solo había una amenaza. Ahora cualquier palabra queda corta.
EliminarUn abrazo Luna ;)
Ahora mismo Ucrania es una tumba para muchos. Tu poema refleja ese sentir. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
ResponderEliminarUn abrazo y que tengas un buen día.
Bienvenida Rocío, y gracias por tu comentario =)
EliminarSe lo comentaba antes a Lunaroja. Cuando escribí esto ni siquiera aventuraba lo que realmente sería Ucrania. Solo era un ejercicio de pesimismo en una maraña de amenazas.
Me quedo también en tu blog, siempre viene bien tener buasn recomendaciones de libros.
¡Un abrazo!
Me quedo con verdad infértil y banderas de petróleo, una tristeza muy grande, parece que estamos destinados a repetir tragedias, pase lo que pase. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Xan.
EliminarEs lo que parece, sí. Supongo que es ingenuo esperar lo contrario. Pero qué cortos vamos de ingenuidad.
Un abrazo
apabullante poema, toponimia de guerra y lascivias enfrentadas. La bandera negra de la poesía nos reclama
ResponderEliminarSomos ejército de esa bandera. Para nada el más determinante, lo cierto es que pienso a menudo en la efectividad de nuestras armas. Pero aún en las más oscuras conclusiones, convervo la esperanza de que nuestra no deserción sea trascendente.
EliminarUn abrazo =)