Declina el trono mal cubierto
en sangre, en duelo, en fe rasgada,
en sable hendido a mano amada,
ardid fatal, complot abierto.
E impune incurso, en voz alzada,
abole presto el sino incierto
a impío aserto en sacra ley
de vino al caliz, vid al huerto:
¡El Rey ha muerto! ¡Viva el Rey!