miércoles, 7 de noviembre de 2018

Fragmentación



Perecen los brazos
desperdigados
por orillas enfrentadas.
Las piernas atoradas
en conocidas simas
de magma monótono.
El tronco flotando
y despojado
de cualquier raíz,
con el pecho desecho
y al acecho de un viento
inerte.

Y es entonces que advierte
la testa desvalijada
- con la mirada sumergida
entre hermanos de azar - 
que nunca dará camada
como la estrella de mar.


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