Perecen los brazos
desperdigados
por orillas enfrentadas.
Las piernas atoradas
en conocidas simas
de magma monótono.
El tronco flotando
y despojado
de cualquier raíz,
con el pecho desecho
y al acecho de un viento
inerte.
Y es entonces que advierte
la testa desvalijada
- con la mirada sumergida
entre hermanos de azar -
que nunca dará camada
como la estrella de mar.
El mundo perece a cada instante… Así como aquellos que creen vivir, olvidando la esencia de todo…
ResponderEliminarUn placer leerte, querido amigo. Me gusta navegar en la profundidad de tus versos.
Un abrazo, y feliz noche.
Muchas gracias Ginebra, encantado de volver a verte por aquí =)
EliminarHe estado una época bastante machacado de tiempo, pero enseguida me tendrás por allí también ;)
Un abrazo
Las estrellas de mar sacan nuevos bracitos ;)
ResponderEliminarEso hacen sí, pero no somos todos igual de hábiles =) Un abrazo Whers
EliminarLas estrellas de mar sacan nuevos bracitos ;)
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