A veces no ha lugar abrir los ojos.
Hace muchos poemas
que no merece la pena
respirar o hundir la sienes
en la promesa de su metáfora.
A veces el sentido es democrático,
y por tanto falacia prima,
si al menos logra adherirse
a la demanda de la vigilia.
A veces no ha lugar
el comienzo.
Más henos aquí hendidos
de dictado principio.
Hoy me siento identificada con este poema, que como siempre leo con enorme placer...
ResponderEliminar"Hace muchos poemas
que no merece la pena
respirar o hundir la sienes
en la promesa de su metáfora. "
Es de una belleza y de una realidad absolutamente plena.
Como siempre es un gustazo leerte.
Un beso!
¡Muchas gracais Luna! Por tu comentario y sobre todo por tu lectura. Ya sabes que mi presencia por estos lares es un poco como el Guadiana... pero me alegra mucho encontrarte al llegar =)
EliminarUn abrazo