Me hallaréis en la cubierta.
Me hallaréis ya despojado
de la sangre y la reyerta.
Liberado del tratado
del acero enarbolado
por promesa enaltecida,
sino infame, fe suicida,
vana herida y vil legado.
Me hallaréis atribulado.
Asirá mi mano andada
- por reflejo acostumbrado -
un vacío en andanada
do la espada era envainada,
un impuesto de abstinencia,
una carga cuya ausencia
trinca un lastre al alma ajada.
Y sabréis por mi mirada
remolcada de naufragio
que en el barco vela arriada
y ancla echada es mal presagio.
Y os diré que ante el sufragio
entre asilo y mar batida,
¡zarpad prestos, pues la vida
de la muerte es puro plagio!
y yo asido a tu poema, lírica, epopeya y clásico castellano. El ritmo que impones navega en la mente, deslizándose sobre el precioso y sofocante título que embellece aún más tu magnifica poesía
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias don Dumas :) son mi vicio la rima y el ritmo fuertes... de algo hay que morir.
EliminarA propósito, me ha caído hace poco de regalo un libro titulado Poesías Divinas, Profecías del Santo. Escribiré cuando pueda sumergirme bien en él, tengo muchas ganas =)
¡Un abrazo!
Parece un poema de eso clásicos, antiguos. Admiro a quienes saben hacer poesía con rima.
ResponderEliminarSuena a herida y a desilusión, incluso a amenaza del mar.
Me encanta y te felicito, Licaon.
Y perdona por la tardanza pero no recibía ni notificaciones ni tiempo.
EliminarBesos 😗😗😗
Muchas gracias Mag =) en cuanto a la "tardanza", ni medio pensamiento. Yo me paso meses a veces sin entrar aquí. Estaré encantado de recibir tus palabras cuando sea que lleguen si resulta que algo capta tu atención de vez en cuando ;)
EliminarUn abrazo