Me vacía el viento de
esencias perennes,
me miente el oído y
me inunda
el tacto; me arrastra
la vista
en su incoloro
capricho de trastadas
fugaces;
me extraña en su
memoria
de futuro incierto y
me mece
en su hondo abrazo a
lo volátil.
Me despoja de mí a un
punto
que me priva de saber
si agradecérselo.
me gusto ese fin, es como un hachazo.
ResponderEliminarGracias Michelle :)
ResponderEliminarUn abrazo
Deja fluir el viento hasta un jardin de rosas y helicopteros y fundete con la esencia antigua :p
ResponderEliminar¡Ya pocos jardines se hacen así! En mis tiempos... ;)
ResponderEliminarBienvenida =)
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, por ese empujoncito que a veces hace tanta falta, y que viendo de ti, tiene más importancia.
ResponderEliminarNo es mi intención dejar el blog, pero por varios motivos, aún no puedo volver...
Estoy de acuerdo con Michelle, a mí también me encanta ese final.
Es como un portazo que te deja en silencio, no puedo dejar de leerlo una y otra vez.
Igual que cuando leemos un libro y señalamos una frase que nos gusta, así lo guardaré :)
Gracias por seguir compartiendo tu grandeza como escritor, no dejes de hacerlo.
Te dejo un abrazo.