Anhelos estrangulados.
Desidia indisimulada
por brazos apolillados.
Salitre en vuestra mirada
de gloria deshidratada,
de sables que por costumbre
cubrían de vil herrumbre
la sangre antagonizada.
La negra ya ha sido izada.
Ya aguardan los camarotes
la vuelta del camarada.
Febriles tras sus barrotes
ya imploran los galeotes,
clamor en la mar impía
que acoge nuestra homilía,
mis paganos sacerdotes
Caramba! Un poema estremecedor...
ResponderEliminarGracias por tu generoso comentario y un gran abrazo con mis mejores deseos.
Muchas gracias por tu comentario Antonio, es para mí un honor sincero que visites este blog.
Eliminar¡Un abrazo!
Suerte encontrar el puerto de origen
ResponderEliminaren edición pirata.
Un saludo
Sí, una suerte muy agradecida
Eliminar¡Un saludo!
Mucho mejor que la canción del pirata, ¡esta tiene vida!
ResponderEliminarEso es ser generoso y lo demás cuento, pero muchas gracias ;)
EliminarMe gusta tu poema. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias =)
EliminarNos vemos en el próximo puerto.
ResponderEliminarSin duda, un abrazo
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