Es la vana antorcha
en la cueva eterna e insodable
que culebrea paciente hacia el incendio
del brazo que la sustenta,
y se propaga inefable en la tierra
que pisamos, y en el aire
que volamos apenas.
Es la orden última
a la mano que sostiene
la daga contra el propio cuello,
cada brizna de helado fracaso
en la vasta taiga
de frondoso cometido.
Es la pregunta que anega el cielo
en el ocaso de la razón fugada,
secuestrando con cautela
las alas de arena que brotan
de las desérticas espaldas
acorazadas de incertidumbre.
¿Soy... o sólo estoy?
Es posible que nuestras vidas puedan ser solo una pintura en el mayor lienzo del universo... :)
ResponderEliminarNo suena tan mal eso en realidad, es mejor que la total transitoriedad =)
EliminarUn abrazo Whers
Licaón! Me estaba perdiendo tus poemas porque me había olvidado de agregar tu blog a mis favoritos.
ResponderEliminarAparte de agradecer el preciosísimo comentario que me dejaste en mi Blog quería dejarte toda mi admiración en este precioso poema, esta identidad que a veces nos confunde o no la vemos clara. Esas impresiones que no sabemos qué mensaje tienen. Cuando no podemos estar conectados con nosotros mismos,y nos perdemos en elucubraciones.
Todo eso somos, y quizás también estemos,pero siempre "somos".
Muy potentes tus versos que impactan directo al alma.
Un fuerte abrazo!
Muchas gracias por tus palabras Luna, y por tu cercanía =)
EliminarMe gusta la convicción con la que apuestas por el somos! También me declaro del 'equipo somos' la mayor parte del tiempo, pero a veces hay argumentos de los pro-estamos difíciles de desoír ;)
Un abrazo =)