Y nos quedamos, al fin, a solas.
Purgamos ahora en íntima sal
las marcas de eslabones que en secreto acuerdo
cosimos a mis muñecas y tu presencia a medias.
Dolemos los recuerdos de atropellados silencios,
de palabras vacías e inventadas,
de grotescos cadáveres de verdades.
Al fin, a solas, te propongo un pacto:
Habla por mi mano, que yo arderé
por tus ocasos de inflamable piedad.
Mira en mis pupilas, que serán
de nubes novatas y cerros gastados.
Anda en mi camino, pues prometo
llover en los ríos,
bailar con los rayos,
fundirme en la roca,
no ser en el aire.
Vive, sin recato, en mi lugar,
viento de mis alas,
madre de mis hijos,
fragua de mi barco.
He encontrado estos versos por casualidad del destino y he de decir que en cada rincón hay un poeta con talento. Unos versos geniales.
ResponderEliminarSaludos desde www.mividaenunalibreta.blogspot.com
Pues bienvenida, y muchas gracias por tus comentarios =)
ResponderEliminar¡Saludos!
veo que conoces a mi amiga Marisabel romero, ella es genial en la poesía y como veo igual que tú!
ResponderEliminargracias por pasarte y comentar en mi blog!
un beso
sigo leyendote F.F.
¡Gracias! Y lo mismo te digo, espero tu próximo capítulo ;)
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