El problema es la costumbre.
Parasita el rasero alicaído,
lo embriaga de callo y costra,
azuza su punto de fusión y lo sumerge
en el centro de la Tierra.
Es la descarga que condena
a los miembros despatriados
a identitarse en un ser de promesas,
a observar por un agujero
el tacto de lo negado.
Una mierda, vaya.
Rescindo mi anclado bautismo.
Destierro mi afán de refugio.
Desisto mi rol al abismo.
Ni causa, ni fin, ni artilugio.
domingo, 14 de noviembre de 2021
La costumbre
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